viernes, 1 de abril de 2011

Un niño rico y generoso

Era una vez un niño muy pero que muy rico. Llevaba unos pantalones vaqueros, una camisa de luto, unos zapatos de marca (dc), una cartera de cuero mexicano, un anillo de oro y un collar de oro. Los ojos de color verde, era moreno, mediano, tenía un carácter maravilloso. Ah, se me ha olvidado, se llamaba Agustín Serrano Moreno. Un día iba caminando por la acera y se encontró a un niño pobre, allí tirado en la acera. Cuando lo vio en la acera le dijo:
-Hola, ¿le puedo ayudar en algo?-le dijo.
-Si, soy pobre y tengo mucho frío y hambre. ¿Podrías darme algo de dinero para comer?
-Vale, hoy no tengo dinero, pero mañana me paso por aquí y te doy , ¿vale?
-Vale, y gracias.
Al siguiente día siguiente, fue a la acera otra vez, pero... El niño allí ya no estaba. Había desaparecido. Cuando se fue a su casa vio, que algo extraño pasaba. Era como si hubiera quedado mal por no haberle dado el dinero antes. Cuando llegó a su casa le dijo su madre:
-Antes, vino un niño, parecía pobre y le di comida y dinero.
-Ah, vale.
Entonces aquí acaba este microrrelato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario