jueves, 28 de abril de 2011

El bosque normal

Yo me llamo Natalia y mi amiga Marina. Un día Marina y yo fuimos al campo a dar un paseo, y nos encontramos una jirafa, que es lo más normal que se puede encontrar por ahí y lo raro sería encontrar un conejo. Ella nos habló un rato. Después le dije que nos teníamos que ir. Al seguir andando nos encontramos un caracol. Entonces le dijimos hola.
- Hola, señoritas. ¿Qué os trae por aquí? ¿Queréis que os cuente la historia de mi vida?
- Nada, estamos dando un paseo. Pero vale.
- Bueno, esto ocurrió hace más de cien años... Era primavera y estaba lloviendo, cuando los caracoles celebrábamos la fiesta de la primavera. Estaba yo perdido en este bosque, iba arrastrándome con mi casa en la espalda. Así que se me ocurrió sacar una brújula o un GPS, pero... justo en ese momento vi una joven y bella muchacha-caracol. Así que le dije:
-Hola caracola. ¿Sabes?, tu casa es tan bella como una flor podrida llena de bichos.
- Entonces allí es donde ella se enamoró de mí, y me respondió:
-Tus ojos son tan altos como una jirafa y babeas tanto al verme...
- ¡Eeeeeee! ¡Pero los caracoles babeáis todo el rato! Bueno, Marina, nos tenemos que ir que ya es pronto y esta amaneciendo.
-Adiós, señoritas.
- Adiós ya nos veremos otro día y nos cuentas el resto de la historia.

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