viernes, 1 de abril de 2011

El reloj del tiempo

Cuando iba por la calle, empezó una niebla espesa, no se veía nada de nada, intente buscar un refugio para esperar a que se fuera la niebla, pero no encontraba ninguno, me metí por un callejón y salí a una plaza, y allí vi una luz, me acerqué y entré. Su dueña era una mujer vieja y me vendió una linterna, pero me dijo:
-La linterna se encenderá pero no servirá para nada, hay otra cosa que tú tienes que encontrar que no te quitará la niebla pero te servirá para llegar a casa.
Sólo me dijo eso, me pareció raro, salí de la tienda, y desapareció , entonces encendí la linterna pero tenia razón, no servia, así que la tire al suelo y de repente se abrió la linterna y salió un reloj y unas instrucciones. Ponía: poner la hora en la que quieras estar, así que lo puse una hora antes de la niebla , y llegué a mi casa sin que me pillara la niebla. Ya sabia lo que quería decir la anciana con lo de: no te quitará la niebla pero te servirá para llegar a casa.

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