martes, 5 de abril de 2011

Josep Carapez

Era una vez un duende llamado Josep Carapez. Era muy bajo, con orejas puntiagudas,
una cabeza muy grande y unos pies pequeños como un bote de pegamento.
Tenía un carácter normal. Como una persona normal y corriente. Pero un día Josep subió a un árbol y vio algo raro en él. Cuando Josep lo miró fijamente, se dio cuenta de que el árbol se estaba marchitando y ya era viejo. Cuando subió a la cima del árbol
se dio cuenta de que el árbol tenía vida. De pronto una rama le cogió y lo bajó de lo más alto. El árbol le dijo:
-No te subas encima mía.
-Lo siento, no sabía que tenías vida. Te veía casi marchitado.
-Últimamente estoy muy marchitado y ya casi ni puedo mover mis ramas. ¿Me podrías ayudar a conseguir que sea otra vez joven?
-Pero, ¿como puedo ayudarte?
-Pues mira, ve a la colina del monte Buganvilla. Trae una flor llamada “ Hortensia de la vida”. Te daré una recompensa.
-Vale.
Al día siguiente le trajo la flor. El árbol se puso joven. Le dio las gracias. Pero no le dio la recompensa.
Cuando Josep le dijo que le diera la recompensa, le dijo:
-Te he dado las gracias.
-Pero...
-Pero nada. Adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario