Esta
historia trata de un artesano que llevaba toda su vida
haciendo cosas de cristal como anillos, figuras y demás.
Un día una
señora muy extraña le pidió unos pendientes de cristal y le dijo:
- Quiero que
sean con forma de gota y que en su interior ponga "s".
El
artesano empezó a hacerlos. Al día siguiente cuando la mujer los
vio, rápidamente se los puso y se convirtió en una serpiente gigante
de oro y sus dientes eran de cristal. El artesano horrorizado salió
corriendo de aquel lugar y desde aquel momento nadie en todo el mundo
ha vuelto a hacer pendientes de cristal.
Hasta ahora...
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