Martín
es un chico normal y corriente, pero estaba muy nervioso porque se
pasaba al instituto. De vacaciones se fue a una casa en Australia. Esa casa servía para una pareja muy rica pero la dejaron porque
decían que estaba encantada.
Cuando llegó a esa casa con su familia fueron muy buenos los
primeros días pero en cuanto despertaron al fantasma todas las
noches se escuchaba:
¡Voy a por “tíí! ¡Voy a por “tíí!
Y Martín sin que se diera cuenta iba a por el fantasma, y le asustaba. Martín siempre decía "Yo no tengo miedo a nada". Pero justo ese día por la noche el fantasma fue a decirle a Martín: "Seamos amigos". Pero en cuanto escuchó Martín una voz se asustó y empezó a correr por la casa. Al cabo de dos horas se dio cuenta de que sería sólo un sueño, pero a media noche volvió el fantasma a decírselo y en cuanto Martín levantó la cabeza de la almohada se dio cuenta de que tenía al fantasma delante de su cara. Y se desmayó. Al levantarse ya era casi medio día. ¡Había dormido un día entero! A la noche siguiente sus padres se fueron a cenar porque estaban inaugurando un restaurante y Martín ya estaba preparado. El fantasma apareció, como Martín había previsto, pero al intentar atravesarle se dio cuenta de que era un fantasma de verdad y así empezaron a hacerse amigos.
¡Voy a por “tíí! ¡Voy a por “tíí!
Y Martín sin que se diera cuenta iba a por el fantasma, y le asustaba. Martín siempre decía "Yo no tengo miedo a nada". Pero justo ese día por la noche el fantasma fue a decirle a Martín: "Seamos amigos". Pero en cuanto escuchó Martín una voz se asustó y empezó a correr por la casa. Al cabo de dos horas se dio cuenta de que sería sólo un sueño, pero a media noche volvió el fantasma a decírselo y en cuanto Martín levantó la cabeza de la almohada se dio cuenta de que tenía al fantasma delante de su cara. Y se desmayó. Al levantarse ya era casi medio día. ¡Había dormido un día entero! A la noche siguiente sus padres se fueron a cenar porque estaban inaugurando un restaurante y Martín ya estaba preparado. El fantasma apareció, como Martín había previsto, pero al intentar atravesarle se dio cuenta de que era un fantasma de verdad y así empezaron a hacerse amigos.
Y
así es como un niño llamado Martín se hizo amigo de un fantasma.
Y a la semana siguiente empezó el instituto y el fantasma se quedó con el. Le ayudaba con los deberes del instituto y más cosas.
Y a la semana siguiente empezó el instituto y el fantasma se quedó con el. Le ayudaba con los deberes del instituto y más cosas.
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