Érase una vez un mono que estaba loco. Un día el mono se escapó del zoo y entró en un centro comercial y se encontró con cien euros. Entró en una tienda de ropa, allí le enseñó el dinero a la dueña que lo cogió y le probó una camisa y un pantalón y lo puso frente el espejo. Al verse se puso muy contento. Entonces vio lo que costaba, pero él sabía comprar porque veía a la gente del zoo comprar las entradas.
Dos días después el mono salió de su jaula y fue a pasear con su nuevo traje por la ciudad, pero a la media hora se quemó el pie con un cigarrillo. Entonces se dio cuenta de que todos llevaban zapatos y cuando fue a soplarse se encontró veinte euros y se los guardo. Cuando se le quito el dolor fue a una tienda y se compro unas zapatillas.
Dos meses después encontró mucho dinero, se compro una casa y encontró un trabajo en el circo
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