Hoy, me he despertado y aseado como siempre. Es un día normal hasta que he visto a todo el pueblo reunido en la plaza.
Resulta que corre el rumor de que había un tesoro en la barca que se hundió hace 5 años. Mucha gente se presta voluntaria para ir para a buscarlo.
Yo no me creo eso, pues navegué en esa barca y fui rescatado. La gente no cree nada de lo que les digo desde que les conté los horrores que vivimos juntos. Y me llaman "Viejo Loco".
De repente, diez personas se van al muelle de la aldea, se meten en barcas y salen a la mar. Cinco horas después vuelven con un montón de sacos.
Yo, riéndome les digo:
-No vais a encontrar nada-.
Ellos, abriendo la bolsa, intentando sorprenderme, dicen:
-Ahora verás, viejo loco-.
Abren la volsa y lo único que hay es harina mojada, que es lo que llevábamos al país cercano al nuestro. Me río a carcajadas y digo:
-¿Lo ves? No había nada-.
Los pueblerinos, furiosos, me insultan diciendo que era mi culpa, que yo lo habia transformado en harina y me desterraron con la excusa de que era un "brujo".
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